Con súper humor negro, súper arrogancia y súper nalgas, Deadpool llega a tronar la –poca- dignidad que les quedaba a los héroes de cómics que conocíamos.
Esta reseña es 100% Free spoiler, así que puedes leer con tranquilidad.
Si las películas de superhéores te tenían tan decepcionadx como a nosotros, y ya no te ilusionabas por ir a ver las nuevas secuelas con la misma fórmula y los mismos guiones, Deadpool llegó para renacer esa esperanza de fe en las películas basadas en cómics.
Seguramente has escuchado de más Deadpool en redes sociales, televisión, espectaculares, radio y todos los medios, ¿Y por qué es tan grande? ¡Porque así de grande es su… ego! Deadpool no es una película de superhéroes, todo lo contrario, es un hombre con un súperpoder que está dispuesto a buscar venganza y destruir a quien se ponga en el camino. Pero tampoco es un villano, Deadpool es sólo un hombre con un gran sentido del humor negro, mala leche, sarcástico y que se burla a diestra y siniestra de todo y de todos, con un cinismo de hacer lo que le venga en gana (pero de una forma adorable).
Desde el comienzo de Deadpool sabemos que será diferente, la entrada de créditos te dan una probada de lo que estás a puntos de ver. La película es sumamente violenta, llena de insinuaciones sexuales y lenguaje soez, ¿Suena algo fuerte? Pues no lo es, a pesar de que pareciera ser la película del apocalipsis para la sociedad (ajá), es sumamente divertida, ¿Y CÓMO NO VA A SERLO CON RYAN REYNOLDS? El hombre bajo la máscara que da vida a Deadpool sólo podría ser Reynolds, quien pareciera que fue dibujado junto al personaje cuando hicieron el cómic; es sumamente divertido verlo, moverse, bailar, matar y hablar durante las casi dos horas de la película sin parar, tanto que, a pesar de ser un personaje que podría ser reprochable, se gana al público con tal ternura que quieres que Deadpool sea tu mejor amigo.
El resto del cast cumple con su papel, Morena Baccarin, Ed Skrein, Gina Carano, T.J. Miller, Stan Lee, Brianna Hildebrand y demás acompañantes en escena tienen bien identificada su función dentro de la película. Ryan Reynolds además de ser la estrella, es productor de Deadpool, y participó durante todo el proceso de creación de la película junto a Tim Miller y los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick (“Zombieland”).
Definitivamente Deadpool no es para todos los gustos, hay que tener un poco de alma negra para divertirse con tanta mala leche, pero si eres de los nuestros, te vas a pasar los mejores 107 minutos del día en la sala de cine (según la información oficial, Deadpool no fue censurada) . Por cierto, 20Th Century Fox ya confirmó la segunda parte de Deadpool, así, aún sin salir siquiera la primera, y es que, de verdad… Deadpool no tiene comparación, es un nuevo respiro dentro de las películas de superhéores.
Como es usual, espera al final de los créditos, vienen dos escenas que te harán reír aún más y una gran noticia que te hará aplaudir (pero no lo hagas, no se ve bien).
Nota importante: La película tiene clasificación B15 y no es una película para menores de 15 años. Contiene violencia explícita (Sí, nos obligaron a decir esto).
