En esta entrega, los superhéroes hacen justicia dentro y fuera de la pantalla, dando esperanza al universo DC.
Luego de una ajetreada y tropezada realización, Liga de la Justicia sorprende en funcionalidad e integración de sus personajes principales, siendo las interpretaciones el mejor acierto para la franquicia. Como acostumbramos, no vamos a analizar si la cinta se apega a las historias originales de cómics, sino qué es lo que funciona y qué pudo ser mejor en la cinta.
Siendo muy sinceros, teníamos una muy baja expectativa de Liga de la Justicia, y parece que este es el secreto para gozar de una cinta de este tipo, pues es muy fácil que nos den más de lo que esperábamos. Sin embargo, técnicamente, esta película es por mucho, un producto más elaborado que anteriores de DC (excluyendo a La Mujer Maravilla, por supuesto). Parece que los productores se enfocaron en realizar algo que, a pesar de ser muy básico, muchas veces se olvida: entretener y divertir. Y Liga de la Justicia logra ambos cometidos.
El elemento clave en este filme de superhéroes es la acción y a pesar de que, como habíamos pronosticado desde el primer adelanto, los efectos especiales son muy malos en algunas escenas, el equipo ensambla perfecto para levantar la historia con sus actuaciones, Ben Affleck es un Batman bien montado, Aquaman es un misterio que Jason Momoa sabe llevar y literalmente, nada en el personaje con fluidez, Ray Fisher se mantiene discreto pero aporta lo suficiente como Cyborg. Flash, Superman y Wonder Woman son cosas que se cuecen aparte. Por un parte, el veloz adolescente (Ezra Miller) aporta una frescura necesaria al cuadro, y a pesar de que en momentos parece emular a Spider Man (Marvel), sabe mantener una esencia de interés y ternura; el perfecto Henry Cavill a quién cada vez vemos más caricaturizado en las películas y por supuesto, Gal Gadot es quien llena la pantalla y empodera nuevamente su personaje, y analizándolo desde un tema social, UDC podría caminar con este estandarte para lograr su diferenciación del resto.
Podríamos resumir las debilidades de la película en lo “manoseada” que estuvo para salir a cartelera, se notan las dos manos de directores (Zack Znyder y Joss Whedon) tanto en estructura narrativa como en edición, y es evidente que cada uno tenía objetivos muy diferentes para la película.
Al final, a la Liga de la Justicia no le sobra nada, no es absurda (cof, cof, BvS), y como comencé este texto, entretiene a los fans de las películas de superhéroes. Y para no dejar sin algo más a los espectadores, ofrece dos escenas post créditos que vale la pena ver.
