Disney enfrenta una demanda millonaria por la franquicia de Moana

La franquicia Moana ha sido una de las grandes apuestas de Disney en los últimos años, generando ingresos astronómicos y consolidándose como un éxito mundial. Sin embargo, una controversia legal ha puesto en jaque la imagen impecable de la casa de Mickey Mouse. Todo se debe a una demanda presentada por un animador, quien asegura que la historia de Moana se inspiró en un guion que escribió hace décadas.

Un animador acusa a Disney de plagio

El pasado viernes, Buck Woodall, animador y creador, presentó formalmente una demanda contra Disney. Según documentos obtenidos por Entertainment Weekly, Woodall alega que su obra, titulada Bucky and the Wave Warrior, fue utilizada sin autorización como base para la película Moana: Un mar de aventuras y su secuela, Moana 2.

El caso señala que Jenny Marchick, quien en ese entonces era directora de desarrollo en Mandeville Films, compartió ilegalmente materiales confidenciales con Disney. Marchick, actualmente jefa de desarrollo en DreamWorks Animation, habría recibido los guiones y conceptos de Woodall, los cuales contenían elementos clave que, según el demandante, fueron incorporados a la historia de Moana.

¿De qué trata la controversia?

Woodall afirma que su obra original seguía las aventuras de una adolescente que navegaba por aguas polinesias para salvar su tierra natal, un concepto que guarda similitudes con el relato de Moana. Entre los elementos que comparte con la cinta de Disney están:

  • Tradiciones polinesias y ancestros espirituales representados como animales.
  • Un collar simbólico.
  • Navegación y un viaje heroico por mar.

La secuela también incorpora otros aspectos que Woodall asegura haber desarrollado, como un portal en forma de remolino, una maldición que debe ser rota y la presencia de animales que acompañan a la protagonista.

Disney se defiende ante las acusaciones

Ante las serias imputaciones, Disney ha respondido con una serie de documentos que, según la compañía, respaldan la originalidad de la franquicia. Estos incluyen ideas preliminares, notas de investigación, borradores de guiones y materiales utilizados en las primeras etapas de desarrollo del proyecto.

Cabe mencionar que esta no es la primera vez que Woodall intenta llevar el caso a los tribunales. En noviembre pasado, las autoridades desestimaron su demanda relacionada con la primera película, argumentando que había pasado demasiado tiempo. Sin embargo, el animador ajustó su querella para centrarse en la secuela, la cual aún está en proceso de superar los $1,000 millones de dólares en taquilla.

Una cifra millonaria en juego

Buck Woodall busca que se le reconozca como el verdadero creador detrás de la historia y exige una compensación del 2.5% de los beneficios generados por la franquicia. Esto equivaldría a la asombrosa suma de $10 mil millones de dólares.

Por el momento, ningún representante de Disney ha hecho declaraciones públicas sobre el caso. Sin embargo, este escándalo pone en duda la percepción de originalidad y creatividad de uno de los estudios más influyentes en la industria del entretenimiento.

Seguiremos atentos a cualquier novedad sobre este proceso legal, que podría cambiar el rumbo de una de las franquicias más queridas por el público.

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