Los Warren nos llevan a profundizar en la historia más documentada de su experiencia en esta secuela que te asusta y no decepciona.
El Conjuro fue una de las películas más atormentadoras en el género de terror de los últimos años, siendo la segunda película con más recaudación en el mundo, sólo por debajo de El Exorcista (1973). El riesgo de hacer una secuela es alto y aunque el resultado final tiene momentos un poco tediosos e incomprensibles, es un buen trabajo de terror para la tercera cinta de la franquicia.
La historia, basada en el caso real de 1977 en Enfield, nos muestra como Lorraine (Vera Farmiga) y Ed Warren (Patrick Wilson) deben involucrarse en la vida de la humilde familia Hodgson para verificar que en la casa donde habitan se presenten eventos diabólicos, ya que la pareja experta en eventos paranormales enfrenta una etapa de desacreditación por parte de doctores especializados que los acusan de charlatanería.
“Algo inhumano te quiere matar. Si seguimos haciendo esto vas a morir.”
Si hablamos de la narrativa, encontraremos uno de los puntos bajos de la historia, pues, desde mi punto de vista, el director James Wan (El Conjuro, La noche del demonio, Rápidos y Furiosos 7) se tomó mucho tiempo para contarnos algunas cosas irrelevantes para el tema principal. Sin embargo, esto no vuelve a El Conjuro 2 una mala película, digamos que sólo baja demasiado el ritmo en algunas partes.
Hay que destacar el uso de elementos fantásticos para contar los eventos terroríficos, y la representación de diversos personajes para atormentar a la familia (no diré más para no spoilear), además de la conceptualización de la “monja diabólica” que, a pesar de su parecido con el personaje de Insidious, tiene una imagen perturbadora que se queda en tu mente.
Como siempre con las películas de Wan, la banda sonora hace un gran trabajo para envolvernos en la trama, el uso de técnicas clásicas, y sonidos con instrumentos de cuerdas genera pánico en la sala, pero sin llegar al estupendo trabajo de Insidious, que sigue siendo mi favorita.
El Conjuro 2 es una buena película de terror, comercial y entretenida, con buena historia, buena música y excelentes actuaciones, tanto de Vera y Patrick como de los infantiles. Vale la pena verla, no decepciona, tiene suspenso y sobresaltos que te harán gritar. Insisto en que, para ser una tercera película de la franquicia, no la han dejado caer.