El humor y suspenso se unen en esta sátira del comediante Jordan Peele, para hacer un reclamo social y convertir el culto en algo comercial.
No es sorpresa que la película independiente HUYE se esté convirtiendo en uno de los fenómenos en taquilla desde su lanzamiento en EE.UU., pues ha mantenido una estratégica comunicación entre cine de culto y el público mainstream, y realmente, la película es una mezcla de estos dos géneros de cine.
La historia no es muy rebuscada, el afroamericano Chris Washington (Daniel Kaluuya), irá por primera vez a casa de la familia de su reciente –y caucásica– novia Rose (Allison Williams). Los padres de ella, serán anfitriones de una recepción que reunirá a un grupo de progresistas que, en su intento por ser políticamente correctos, caen en el discurso de alabanza hacia lo discriminado. Sin embargo, cada minuto que pasa en ese casa, Chris se da cuenta de que los residentes e invitados son más extrañas de lo que piensa, y el título de la cinta cobra sentido.
Los elementos claves de HUYE son el suspenso y la comedia. La cinta se cuenta en un tono que, interesa y mantiene al espectador pendiente a descubrir qué es lo que está pasando, a pesar de ser lógico. Este viaje entre la comedia y narrativa de culto, propicia que ambos públicos (los independientes y los que buscan suspenso comercial), encuentren un punto para converger.
El desarrollo de los personajes se inclina por un tono caricaturizado, pero que funciona para la psicosis que va generando. Mi favorito, Georgina (Betty Gabriel). Además, HUYE tiene varios mensajes de crítica social, el más evidente, el racismo, secundado por el clasismo. A la ópera prima de Peele, se le puede reconocer un gran esfuerzo por ser una película taquillera sin tomarse muy enserio su papel de “cinta de suspenso”, y rodea a los momentos más duros con humor negro, que no entorpece, sino que permite fluir sin ambiciones.
En conclusión, HUYE ofrece una película de culto procesada para el público, con cierta esencia misteriosa, pero demasiado aterrizada para que se pueda considerar algo emblemático. Interesa, entretiene y hasta divierte.
