La Navidad puede ser una época hermosa, siempre y cuando no intentes reunir a cuatro generaciones en la misma mesa.

TODOS TENEMOS SECRETOS EN NAVIDAD

En la víspera de la Navidad, Los Cooper son una familia tradicional y disfuncional que desean reunirse en la mesa para compartir la cena de Nochebuena. Todos guardan secretos y temores, y todos tratan de evadirlos de distinta manera.

La Directora Jessie Nelson, nos presenta una historia conmovedora en todos los sentidos. Donde el deseo de Charlotte Cooper (Diane Keaton), es reunir a su familia antes de darles la noticia de que su matrimonio de más de cuarenta años con Sam Cooper (John Goodman) se terminará, lo único que Charlotte quiere, es no decepcionar a sus hijos y nietos, quienes a su vez, están llenos de inestabilidad emocional, un hijo desempleado (Ed Helms), una hija que no ha encontrado el rumbo de su vida (Marisa Tomei), y otra hija que evade convivir con la familia porque no ha encontrado el amor (Olivia Wilde), sin embargo, esta última descubrirá que matar el tiempo en un bar del aeropuerto puede ser su mejor elección en la vida, pues se encuentra con un atractivo soldado (Jake Lacy), con quien fabricará una mentira que, aparentemente la salvará de las incómodas preguntas familiares.

El desarrollo de Navidad con los Cooper nos lleva por un sube y baja de emociones, hay mucha comedia y drama, como es la misma Navidad, sin embargo, el guión (de Steven Rogers), nos lleva más allá, capaz de poder identificarnos con más de una situación y hacernos ver el sentido de las celebraciones decembrinas. Los resultados son algo predecibles, pero el camino es entretenido y sentimental. Hay giros inesperados y personajes que complementan la historia de una forma muy divertida, entre ellos la Tía Fishy (June Squibb),  un oficial que pareciera de hierro (Anthony Mackie), y los increíbles ojos de Amanda Seyfried como una camarera que brinda esperanza al amor del abuelo deLos Cooper.

Sin duda, los puntos fuertes de Navidad con los Cooper son el guión, cast y dirección, una película que vale la pena ver en estas fechas. Tal vez te entretenga mucho el cierre, pero se perdona cuando el fin de esta película es hacerte sentir la magia de la Navidad. Lo interesante de la historia es enfrentarnos a los miedos más comunes de una familia que podríamos ser nosotros, sin pensar que en realidad la felicidad está en los momentos que pasamos juntos a los seres queridos. Sinceramente iba con una baja expectativa de la película, y me sorprendió.

Veredicto: 8/10