Ver a George Clooney en una película de Disney, y además futurista era un menú al que no podíamos resistirnos.
Y es que desde el primer tráiler de Tomorrowland, nos prometieron un lugar de fantasía, un lugar donde todo lo que sueñas se puede hacer realidad, sin embargo, la promesa de esta ciudad nos deja como a Casey Newton (Britt Robertson, protagonista junto con Clooney), con ganas de ver más de esta sublime ciudad prometida donde todo es posible.
Tomorrowland se convierte en una película con buenas ideas que se quedan ahí, en ideas, la trama es lo que vemos en el adelanto, sin embargo, contrario a lo que pensaríamos, la mayoría de la película se desarrolla en el mundo real y con un guión plano, sin relevancia.
Sin embargo, Tomorrowland no es una mala película, tampoco es buena, pero creo que tuvo muchas ideas encontradas, nos ofrece chispazos que pareciera que le van un rumbo a la película, y después cambian para darnos un rumbo sin muchos pies ni cabeza. La filosofía y la esencia de la película era una idea original, y que si hubiera cuajado mejor hubiera sido muy buena, como las últimas direcciones de Brad Bird: Los Increíbles y Ratatouille.
La producción nos queda a deber mucho, y nuestros protagonistas se notan tensos y hasta confundidos por no tener un papel claro y jugar en un ir y venir de roles. Muchas explicaciones técnicas/científicas dentro del guión que llegan a confundir también al público con intenciones poco claras. Hay ciertas filosofías que te ponen a pensar en la posibilidad de la existencia de un lugar así y qué haríamos nosotros ante una situación así, ¿pensaríamos igual que los líderes del país?
Tiene caso verla para que no te quedes con la duda, creo que lo mejor son los últimos 3 minutos, los mensajes son fuertes y directos, eso levanta la historia completa.
Veredicto 7/10