Llega el 25 de Diciembre, para muchos una buena oportunidad de relajarse pasear un rato por el centro comercial y ver una película después del delicioso recalentado. Pues bien, la opción es precisamente Una noche en el museo 3.
La nueva y última aventura de Ben Stiller en este museo llega a las salas en plena temporada navideña, y en esta entrega la historia nos lleva a una nueva locación en Inglaterra, para conocer el secreto de la famosa tabla mágica que hace cobrar vida a todos los elementos de exposición en el museo de New York.
¿Por qué Londres? Es ahí donde se encuentran los padres del príncipe egipcio, quienes conocen el secreto que urge a los personajes del museo descubrir ya que la tabla va perdiendo su magia poco a poco.
El inicio me atrapo de inmediato y pudo, en algún momento pretender tomar un rumbo distinto a la precuela, pero rápidamente volvió al rumbo y esencia de las entregas anteriores, sin embargo es de mencionar su agilidad, comedia en tono y acción que hace a mí parecer la mejor de esta saga.
Nuevamente espere el cambio de rumbo cuando Larry Daley (Ben Stiller) y sus amigos, viajan a aquel país del Reino Unido, pero su destino es (por supuesto) un museo, lo que seguro a quienes son fieles seguidores de este filme no les molestará en absoluto.
Lo mejor de la película, son los actores invitados que hicieron su parte para sumar a la comedia, particularmente Hugh Jackman, y su explotada pero divertida escena, donde imaginar un dialogo irónico me fue suficiente, cuando de pronto… apareció, representado con toda la gracia y simpatía que lo caracteriza. Además ese cavernícola que no puede pasar desapercibido te arrancara un par de carcajadas.
Dinámica y ligera en su trama, pero una buena película que divertirá a la familia, empezando por los pequeños, con los efectos, personajes y manejo del humor blanco que como ya lo mencioné, hacen de esta opción una buena forma de pasar un rato en familia después de la navidad.
Veredicto: 8/10