Jennifer Lopez y Ben Affleck, quienes hace más de dos décadas protagonizaron uno de los romances más seguidos por la prensa, han decidido poner fin a su matrimonio después de dos años de casados en su segunda oportunidad como pareja.
La historia de su relación ha sido digna de un guion de Hollywood. Después de un intenso romance en los primeros años de los 2000, la pareja se separó en 2004, tras haberse comprometido y enfrentado una abrumadora presión mediática. Sin embargo, en 2021, decidieron darse otra oportunidad y anunciaron su compromiso, lo que culminó en dos ceremonias matrimoniales en 2022, primero en Las Vegas y luego en Savannah, Georgia.
Los rumores ya se escuchaban
Los rumores de problemas entre ellos comenzaron a surgir hace varios meses, cuando la prensa estadounidense notó la ausencia de Affleck en varias de las apariciones públicas de Lopez. A pesar de algunos intentos de desmentir los rumores, como una rara aparición juntos en un evento familiar, la distancia entre ellos se hizo evidente. Affleck, por ejemplo, fue visto durmiendo en otra casa en lugar de la lujosa mansión que compartían en California, una propiedad que compraron por más de 60 millones de dólares y que ya ha sido puesta en venta por 68 millones.
Mientras Lopez pasaba largas temporadas en la costa Este ocupada con la grabación de su nuevo proyecto, un remake de “El beso de la mujer araña”, y la promoción de su película “Atlas”, Affleck se encontraba en la costa Oeste trabajando en la secuela de “El contable”. La distancia física y emocional entre ambos se hizo más notoria cuando él no la acompañó a la gala del Met en mayo, donde ella era una de las anfitrionas principales.
El distanciamiento
A pesar de haber intentado mantener una apariencia de normalidad, las señales de separación eran claras. En junio, Lopez se fue de vacaciones a Italia sin Affleck, quien aprovechó su ausencia para mudarse a una nueva casa. Además, su ausencia en la celebración del cumpleaños de la cantante en los Hamptons en julio, donde estuvieron presentes sus hijos, Emme y Max, fue otro indicio de que las cosas no iban bien. Según algunos reportes, este último gesto fue especialmente doloroso para Lopez.
Finalmente, el tiempo confirmó lo que muchos ya sospechaban: la relación no estaba en su mejor momento. A pesar de haber intentado nuevamente salvar su amor, las diferencias y la distancia entre ellos fueron insalvables, llevando a la pareja a tomar la difícil decisión de separarse nuevamente, poniendo fin a su historia de amor que, aunque llena de altibajos, siempre será recordada como una de las más mediáticas y apasionadas de los últimos tiempos.