Icónica y deslumbrante, la cantante mexicana Thalía ha demostrado una vez más su capacidad para transformar el dolor en arte, al regresar a los escenarios tras el reciente fallecimiento de su hermana Ernestina Sodi. A tan solo un mes de esta pérdida, la artista reapareció en el tradicional especial de Navidad del Rockefeller Center, una celebración llena de luz, música y emotividad que marcó un momento significativo en su carrera y vida personal.
Un renacimiento en medio del duelo
El pasado 2 de noviembre, Thalía enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida con la partida de su hermana. Durante semanas, la cantante se retiró de las redes sociales para procesar su duelo y encontrar fortaleza. No fue hasta el 2 de diciembre que compartió públicamente su dolor a través de su podcast Zoom In, donde evocó recuerdos felices junto a Ernestina. “Extraño su alegría y su chispa. Aunque sé que está con nosotros en espíritu, el vacío que dejó es inmenso”, confesó la artista.
Sin embargo, apenas dos días después, Thalía demostró que la música puede ser un refugio y una vía para sanar. Su participación en el especial de Navidades en Rockefeller Center, transmitido por Telemundo y NBC, fue más que un regreso al escenario; fue un homenaje a su hermana y una muestra de resiliencia personal.
Una noche mágica en el corazón de Nueva York
El 4 de diciembre, Thalía, de 53 años, deslumbró en uno de los eventos más emblemáticos de la temporada navideña. Bajo la majestuosa iluminación del árbol del Rockefeller Center, una imponente pícea noruega de 74 pies decorada con 50,000 luces LED y coronada con una estrella de Swarovski, la cantante entregó un espectáculo que quedará grabado en la memoria de sus fans.
Con su interpretación del clásico “Feliz Navidad” de José Feliciano, a ritmo de merengue, Thalía encendió el escenario. Lució un impresionante body con pedrería y transparencias, acompañado de botas altas plateadas y una coleta adornada con un moño rojo, logrando un estilo festivo y deslumbrante.
El momento más conmovedor llegó con su interpretación de «Nueva Navidad», en la que rindió un emotivo tributo a su hermana. Al cerrar la canción, Thalía envió un mensaje lleno de amor al cielo: “¡Ay, mamita linda! Sé que estás en el cielo con papá Dios. Hasta donde estés, te mando este abrazo de Navidad”.
Además, la cantante sorprendió con un tercer número musical, esta vez ataviada con un enterizo rojo de lentejuelas y un escote en «V», perfecto para cerrar su actuación frente a la icónica estatua de Prometeo.
Un mensaje de esperanza y unión
Thalía expresó que ser parte de este evento fue un honor, destacando la importancia de la música como refugio en momentos difíciles. “La música siempre ha sido mi escape y mi manera de conectar con lo que realmente importa: el amor y la familia”, comentó tras su actuación.
La noche, que también contó con la participación de artistas como Backstreet Boys, Kelly Clarkson y Jennifer Hudson, se destacó por la interpretación cargada de emociones de Thalía. Su capacidad para combinar tradición, modernidad y sentimiento genuino hizo que su presentación brillara entre las demás.
Una celebración para recordar
El especial de Navidad en el Rockefeller Center no solo marcó el regreso de Thalía a los escenarios, sino también un tributo a la vida, la familia y el poder de la resiliencia. A través de su música y su mensaje, la cantante compartió con el mundo un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la magia y la esperanza pueden brillar con fuerza.
Con su presentación, Thalía reafirmó su lugar como una de las artistas mexicanas más queridas, dejando claro que el espíritu de la Navidad trasciende cualquier adversidad.