La historia de una pareja dispareja de policías, es el eje de esta comedia, agregando aventuras explosivas e inverosímiles.
En CHIPS, se presenta al clásico dúo de patrulleros que parecen ser incompatibles al 100% y que poco a poco, van aprendiendo uno del otro, hasta poder trabajar juntos. En este caso, el objetivo es desenmascarar una mafia gubernamental de la misma dependencia policiaca. No hay mucho qué contar de la historia, ya que es muy simple. Sin embargo, hay chistes uno tras otro, sus protagonistas, Jon Baker (Dax Shepard) y Frank “Ponch” Poncherello (Michael Peña), tiene buena química y se complementan uno al otro en todos los sentidos. Literal, son polos opuestos, Ponch es latino y John un experto motociclista que atraviesa una ruptura sentimental con su rubia y sexy esposa (Kristen Bell). Sí, CHIPS es demasiado cliché en todos los sentidos.
La ejecución de CHIPS es eficiente, si bien es totalmente predecible y no sorprende con los giros de tuerca. El guión, del mismo Shepard, tiene comedia en todo momento y contiene humor de todos los tonos, desde el más burdo, hasta humor negro e incluso, escatológico.
CHIPS divierte más de lo esperado, con un tono clásico de los 70, 80, épocas en las que está basada la cinta, de una serie homónima que si bien, no estaba enfocada en la comedia y se inclinaba más al drama y la acción, dictan la línea principal de la historia. A pesar de no ser una gran propuesta para las comedias, entretiene y relaja por 101 minutos. SI el género es tu gusto, es recomendable aprovechar las salas donde aún tiene exhibición.