Entre brillos, lentejuelas, luces y un espectacular montaje, descubrimos una de las biopic más sinceras y vibrantes de una estrella del rock.
Con tan solo unos minutos en pantalla, Taron Egerton nos convence al cien por ciento de que nació para encarnar al ícono de la música, Elton John. Su esencia se roba el aliento de los espectadores con una entrada triunfal, enfundado en uno de los coloridos vestuarios del músico irrumpiendo en una deprimente habitación color verde, donde se lleva a cabo una reunión de adictos. Ahí, Elton (como me referiré al personaje en adelante), se confiesa, canta y se enfrenta al pasado, hablando de frente con su yo de la infancia, recorriendo a sus personajes familiares y mostrando un lado vulnerable de la fama. Hey! Tranquilo, tranquila, no es un spoiler, todo esto ocurre en menos de los primeros cinco minutos de ROCKETMAN.
Por supuesto que no arruinaré tu experiencia de la cinta, pero sí hablaré de los ingredientes que hacen que tiene esta película y que de solo recordar, se me erice la piel. Y es que pocas veces se ve en pantalla un argumento tan real, que no se guarda la apariencia para revindicar a nadie, pero tampoco para satanizar. Elton es un hombre que, con muchos complejos busca un refugio en la música; desde el momento en que la descubre se aferra a ella como la máxima figura de amor, ese que no ha podido encontrar en casa.
El guion camina a pasos agigantados, y es otro elemento que no se guarda nada ni en el texto ni en la ejecución; la adicción al sexo y a las drogas, el arrebato, la homosexualidad, la soledad y el miedo están presentes durante todo el argumento para crear una monstruosa figura (en el buen sentido) que busca solo la redención con su pasado.
La música, claramente es uno de los ingredientes principales de ROCKETMAN, pero no es únicamente por embellecer a la película. Cada acto es ejecutado con un encaje maravilloso en coreografía, movimiento de cámaras e hilo conductual para seguir contando una historia que a pesar de ser oscura, compensa con el brillo de los atuendos, las luces en las presentaciones live todo “la magia de una estrella”, y sí, esta es una cruda referencia a la vida real.
ROCKETMAN es una joya de principio a fin, una de esas películas que hay que ver varias veces para disfrutar, porque estoy seguro que cada vez será una experiencia distinta. En mi perspectiva –y estoy seguro la de muchos-,Taron Egerton entrega su mejor trabajo, consagrándose como un artista que hace vibrar con su euforia, alegría, silencios y sorprendentemente (para mi), su talento vocal.
La mención honorífica es para el artista Elton John, quien se entregó enteramente al proyecto, para contar una sombría realidad; sin menospreciar por supuesto al guionista, editores y en general, a todo el involucrado para entregar una cinta con tanto corazón.
ROCKETMAN (2019)
Biopic, Musical, Drama| Estreno en México: 31 de Mayo 2019
Una mujer solitaria (Octavia Spen
Rocketman es una épica fantasía musical sobre la increíble y humana historia de los años en los que Elton John se convirtió en una estrella.
La película sigue el fantástico viaje en el que el tímido prodigio del piano Reginald Dwight, se convirtió en la superestrella internacional Elton John.
Esta inspiradora historia, ambientada en las canciones más queridas de Elton John e interpretada por Taron Egerton, cuenta cómo un chico de un pequeño pueblo se convirtió en una de las figuras más icónicas de la cultura pop.
Director: Dexter Fletcher
Guionista: Lee Hall (screenplay)
Reparto: Taron Egerton, Jamie Bell, Richard Madden, Bryce Dallas Howard
