¿Recuerdas cuando en la escuela pedías la tarea a un compañero y la copiabas tal cual él la hizo?… Bueno, El Rey León rinde homenaje a todos esos copy-paste.
El clásico animado que ha hecho llorar a varias generaciones desde 1994 está de regreso. Esta vez en el ya conocido formato live-action de Disney y de la mano de Jon Favreau como director. Desafortunadamente pareciera que repetir la fórmula no garantiza causar el mismo efecto dos veces.
UNA REALIDAD FICTICIA
Debo ser franco, para mí la idea de un live action de El Rey León siempre me pareció por mucho forzada; considero que Disney posee un amplio repertorio de películas que encajarían a la perfección con este formato y otras más que no lo ameritan. Claro ejemplo, esta película.
Y es que si lo piensas tan solo un segundo te darás cuenta que de “acción real” El Rey León no tiene nada. Estamos ante una cinta de animación computarizada que simula una realidad y claro que lo hace estupendamente bien, pero al fin de cuentas no deja de ser, casi en su totalidad, falsa.
Por otro lado, restándole emotividad, la película es exactamente igual a su antecesora, pareciera que utilizaron la cinta animada como storyboard para este remake. Cuadro por cuadro es lo mismo y hace que constantemente estés comparando esta versión con la del 94, un grave desacierto que me hace cuestionar si pagarles a un guionista y a un director de fotografía era necesario para este largometraje.
LA VOZ DEL REY
En cuanto a la selección de voces para el doblaje me parece que, mayormente, hicieron un buen trabajo, con la gran excepción de Carlos Rivera como Simba. Entiendo que Carlos ya tenga experiencia interpretando a este personaje en teatro pero es justo ese su gran error. Sus líneas se escuchan demasiado teatrales y eso en cine no suele funcionar. Sería bueno si estuviéramos viéndolo a él en escena, sin embargo se trata de un león computarizado que ya de por sí carece de expresiones faciales como para encima restarle emoción a sus diálogos.
Entre los puntos destacables de El Rey León está claro el perfecto trabajo de animación, realmente pareciera que estás viendo auténticos animales en pantalla. Además de Timón y Pumba, que son increíbles en cualquier formato que los presenten. Ellos son la razón por la cual no me quedé dormido a mitad de la película.
Ya sé que muchos opinan que con nada estamos a gusto, que si la cinta es igual “tache”, que si es diferente “tache”. Pero en mi opinión creo que se puede tener un buen equilibrio entre ambas vertientes y ofrecer un producto que valga la pena ver una y otra vez. Puedes conservar escenas, momentos y elementos importantes de la versión clásica PERO agregándole detalles que la conviertan en una renovada e interesante propuesta. Tal y como sucedió con Aladdín y la historia del genio, supieron encontrar las piezas faltantes en el clásico e incorporarlas de forma exitosa.
En general El Rey León me parece un copia y pega de su versión noventera, sumándole avances tecnológicos y restándole emotividad.
NOTA DEL EDITOR:
A diferencia de a versión doblada, El Rey León en su lenguaje original hace mucho sentido y logra un destacable trabajo de todos los personajes, sobretodo la voz de Beyonce como Nala y la nueva canción para esta versión.
El Rey León (2019)
Animación, Drama, Musical | Estreno en México: 19 de julio 2019.
Tras la muerte de su padre, Simba vuelve a enfrentar a su malvado tío, Scar, y reclamar el trono de rey.
Director: Jon Favreau.
Guion: Jeff Nathanson. Historia: Brenda Chapman. Personajes: Irene Mecchi, Linda Woolverton, Jonathan Roberts.
Reparto: Animaciones.
