De adorable a letal, un pequeño molusco pone en riesgo a la humanidad a través de una cinta entretenida y efectiva para el género.
[dropcap type=”square” color=”BLUE” background=”COLOR” ]S[/dropcap]i bien, la premisa de LIFE: Vida inteligente no viene a marcar huella dentro de las cintas de su género, llega con una personalidad propia, honesta y hasta un poco cínica, pero que te envuelve dentro de su mundo y la tensión que se vive en la estación espacial, donde seis astronautas han recolectado una pequeña muestra del suelo de Marte, y al ser analizado, se desarrolla una muestra celular que comienzan a estimular para saber si tiene vida. El pequeño espécimen comienza a crecer y recibe el nombre de Calvin, otorgado mediante un concurso de escuelas desde la Tierra, ¡Vaya manía de adueñarnos de todo lo que hay en el universo! Naturalmente, algo tiene que salir mal, y de un momento a otro, Calvin pasa de ser un pequeño organismo tierno, a una amenaza para todos los tripulantes.
LIFE: Vida inteligente es, tan inteligente, que se toma la libertad de hacer una mezcla de suspenso, terror, comedia y drama. Y también es tan humilde que encanta con su sencillez para enganchar al espectador. No ambiciona en efectos especiales ni busca ser una cinta memorable, pero esto, la hace muy disfrutable. Su director, Daniel Espinosa (Crímenes Ocultos), sabe llevarnos por una montaña rusa de altas cúspides, pues, se toma su tiempo para presentar a los personajes, encariñarnos con ellos y en para la tercera parte de la historia, todo es una sorpresa (a pesar de ser tan predecible).
El equipo principal, Jake Gyllenhaal, Ryan Reynolds, Rebecca Ferguson y Olga Dihovichnaya logran una buena química y ejecutan un papel independiente. Y el resto del cast, incluso Calvin, también desarrollan muy bien su historia, nadie sobra ni opaca al otro.
Lo más agradable de LIFE: Vida Inteligente, es que propone ciencia ficción luminosa y de buen gusto visual. No cae en lo grotesco, ni en los entornos oscuros y sucios; por el contrario, es muy limpia y “espaciosa”. La tensión y efectividad de dirección son sus grandes aciertos.
