Un lugar en silencio es una buena propuesta de terror, que no será clásico, pero si hace un gran esfuerzo por no quedar en el montón.
Dirigida y protagonizada por John Krasinski quién interpreta a Lee, padre de familia y esposo de Evelyn (Emily Blunt) quién a propósito, es también su pareja en la vida real. Un lugar en silencio nos lleva a la tensión casi de forma permanente, narrando como esta pareja, junto con sus hijos Regan, Marcus y Beau son sobrevivientes de una masacre ejecutada por criaturas ciegas que se guían por el sonido para atacar y matar prácticamente lo que se les cruce en el camino. Esta familia logra sobrevivir hasta ahora gracias a que andan descalzos y se comunican con lenguaje de señas; además Regan, la mayor de los hijos es sordomuda, incluso la actriz que la interpreta (Millicent Simmonds) también lo es.
La extraña forma en que se desarrolla un lugar en silencio, la vuelve autentica, aunque la ejecución ya algo vista en cintas como “No respires”. Sin embargo la química de la familia forma personajes entrañables a pesar de lo difícil que es conocerlos en el silencio.
Aunque en ocasiones se torna algo pesada, en el camino toma ritmo una vez que conocemos a los personajes y por qué cada uno tiene su forma de ver y sobrellevar el tenso entorno en el que viven. Uno de los aciertos es Millicent Simmonds, la actriz, al ser sorda en vida real le da un sentido más personal a su interpretación, además es interesante como entiende perfectamente el contexto de vivir en un mundo sin sonidos. Las criaturas asesinas son originales y al verlas entiendes sobre su sensibilidad al ruido a falta de ojos.
La historia si bien es tan simple como no hacer ruido si quieres vivir, lo cual no la llevará a ser un filme de culto, si nos mantiene en todo momento al borde de la butaca, incluso esa rara sensación de que toda la sala permanezca en silencio durante la película se agradece. Así que es una buena opción para pasar este fin de semana en el cine, incluso en pareja 🙂