James Franco nos regala su mejor interpretación, en un homenaje al sueño de un director, sin rebasar la frontera de la sinceridad o la celebración a una de las peores cintas de la historia.
Los fenómenos del cine son tan apasionantes, que por ello, es considerado un arte; las películas tienen tantas herramientas para comunicar, y se vuelven una pieza multilenguaje que de alguna u otra forma conectan con el público, a través de historias, memorias o palabras. Cada que sale una película, la pregunta genérica es ¿Está buena? Y es una de las más difíciles de responder, pues nunca sabes, cuando alguna, va a ser el eje trasgresor para que ocurra un movimiento social, intelectual o cultural. El caso de The Room, puede ser considerado así; la cinta, que carece de todo el profesionalismo de estructura en guion, actuaciones o dirección, fue la inspiración para que James Franco decidiera explorar el universo de Tommy Wiseau, y con ello, danos una cinta que funciona de maravilla para conocer la visión del misterioso cineasta.
The Disaster Artist: Obra Maestra, narra la relación de Tommy Wiseau (James Franco) y su único amigo, Geg Sestereo (Dave Franco), en la búsqueda por cumplir el sueño de convertirse en alguien reconocido en Los Ángeles y el proceso que llevan para realizar The Room.
A pesar de ser una cinta que habla de la vida de un cineasta, James Franco supo cómo abordar el tema para hacer gozar al público y llenarlo de las ansias que sentía el mismo Wiseau para tener un producto final. La película aprovecha la cámara para dar un poco de foco al proceso de grabación, y la extraña relación que mantuvo con Greg.
The Disaster Artist: Obra Maestra es entonces, una de las mejores plataformas que ha tenido James Franco, para demostrar calidad actoral y dirección, sacándole el máximo partido a una historia por la que muchos siquiera hubieran apostado el mínimo.
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The Disaster Artist | Trailer HD
