Colin Firth interpreta a un superagente que acoge a Egsby (Taron Egerton), un joven irreverente con problemas de bandalismo, para proponerle ser parte del equipo Kingsman, no es ninguna novedad la historia inicial, sin embargo, la trama va tomando matices distintos y nos ofrece clichés sarcásticos de películas anteriores y series de televisión. En esta etapa se ofrecen escenas de cuerpos veinteañeros bien torneados y retos que los exponen a la muerte.
Egsby va tomando profesionalismo y deberá salvar al mundo de una exterminación planeada por el enemigo (Samuel L. Jackson), un rapero multimillonario extrovertido (a la Kanye West) que le da un sentido vulgar ypopero al papel, ideal para una ironía de los tiempos actuales (esos donde Kim Kardashian lleva a su bebé alfront row de una pasarela). Secuencias que abusan astutamente de la mano digital y logran crear un ambiente que te mantiene esperando qué más viene, para rematar con una colorida explosión (literal).
Kingsman: El Servicio Secreto es una película que definitivamente tienes que ver, de principio a fin nos da violencia y acción con toques sesenteros a la James Bond, además de un buen taco de ojo y mucho, mucho humor negro.
Veredicto 9/10