La culminación de toda una generación que por diez años hizo entrañables a los superhéroes, es una verdadera fiesta llena de drama, adrenalina y sí, lágrimas.
En cualquier proyecto, la paciencia y constancia son la clave del éxito, y personalmente, es algo que admiro de Marvel. La planeación de un universo a través del tiempo, con tantos hilos entrelazados, y sobre todo, el ingenio para volver entrañables a –la mayoría- de los personajes que llevaron de un éxito impreso, a la pantalla grande es algo que sin duda, marca un antes y un después en la era del cine de superhéroes.
Esta reseña de Avengers Endgame, tiene el propósito de contar, de manera personal la experiencia de vivir esta culminación, obviamente, sin spoilers de la cinta, y es más, casi no hablaremos del contenido o la trama de ella, sino de cómo se logra una honorable despedida a 22 películas que ofrecieron adaptaciones amadas y odiadas por los fans de los cómics, pero también abrió un público nuevo que, claramente, generó millones de ingresos para el estudio.
Los ingresos económicos son una de las realidades que debemos aclarar para entender el contexto de esta cinta, ya que, no puedo encontrar otro sentido a esta gran fiesta de superhéroes, que si bien, se disfruta al máximo para los fans ya mencionados, narrativamente está llena de errores que podrían ser juzgaos duramente para quienes no tienen un cariño especial por algún personaje.
Y es que Avengers Endgame se apalanca de este romanticismo para ofrecer una película que gira en torno al sentimiento de pérdida que nos dejó su antecesora; incluso, el mismo Thanos pierde muchas de sus propiedades maquiavélicas, y el verdadero enemigo es el pesar que, en ese momento, atañe al universo.
No podemos quitar el mérito al guion, que si bien como ya dije tiene errores evidentes, es también un camino donde el mismo espectador se vuelve parte del miedo ya que todo puede salir mal en cualquier paso que se da, y eso también se debe aplaudir, ya que a pesar de que el primer acto (de una hora) es demasiado lento y a la vez atropellado, una vez que te metiste en la olla de presión, te vuelves parte de la aventura.
Avengers Endgame está lleno de emociones, es un sube y baja que se aprovecha de la nostalgia (negocio más redituable de la década), pero como dije, es el mismo Marvel quien hizo a los personajes de la pantalla y tiene todo el derecho de hacernos reír, llorar y gritar de emoción las veces que quieran durante las tres horas de duración de la peli.
La gran pregunta es, si el nuevo camino de Marvel logrará consagrar tanto como lo hizo esta serie de personajes. Si será fácil darle oportunidad a los nuevos para que entren en los corazones de los fans o si deberán buscar un nuevo mercado que los adopte. Por lo pronto, ve, disfruta y cuéntanos qué te pareció Avengers Endgame.
Imágenes: Cortesía.