En un rincón oculto del planeta, renace la leyenda mucho más sanguinaria y cargada de humor negro.
Después de terminar la guerra con Vietnam, el proyecto Monarca, está en peligro de desaparecer, y gracias a una fotografía satelital de una isla oculta, Randa (John Goodman), líder de Monarca, tiene la posibilidad de darle una última esperanza a la vida del proyecto. Con los argumentos científicos necesarios, logra concretar una misión a la Isla Calavera para explorar su ecosistema, acompañado de un grupo de militares (comandados por Samuel L. Jackson), una fotoperiodista (Brie Larson) y un guía retirado de las fuerzas especiales británicas (Tom Hiddleston). Llegar a la isla conlleva una travesía contra la fuerza de la naturaleza, pero eso es lo mínimo que les espera en su aventura. Tras un enfrentamiento inmediato con Kong, el grupo de exploradores queda diversificado en la isla y se enfrentan a una lucha contra reloj para volver a casa.
KONG: La Isla Calavera es impactante desde los primeros momentos, una película especializada en la acción y los efectos visuales. Este enfoque en el espectáculo visual, pierde de vista a la historia y los personajes, de los que sabemos poco más que su existencia. Sabiéndose así, el guion aprovecha para no tomarse en serio y entonces, cargarse de humor negro al ritmo del rock de los setenta.
La dupla Larson y Hiddleston es igual de floja y posada ante la cámara (imágenes que se disfrutan), pero que nunca desarrollan empatía. Lo mismo con el resto de personajes, que en realidad, nunca sabemos cuántos son. El esfuerzo actoral de Samuel L. Jackson por ser un villano aferrado (sin motivo alguno) justifica un poco la tercera etapa de la cinta y John C. Reilly aporta una carga importante de la comedia dentro de la película. En general, el cast está desaprovechado, insisto, para concentrar todo en lo visual.
Aplauso para la dirección de arte y la fotografía, elementos clave para que una cinta como KONG: La Isla Calavera pueda abrir la expectativa a la gran pelea contra Godzilla, universo que comenzó en 2014.
Muchísima acción de principio a fin, que logra entretener y mantenerte atento a la pantalla. El desarrollo de las criaturas habitantes de la isla también es espectacular, con esto, KONG: La Isla Calavera entrega una cinta que no se toma muy enserio su propia historia pero que se disfruta en IMAX.